miércoles, 3 de junio de 2009

Ondas agresivas e inconscientes

Ángel Andrés Jiménez Bonillo es un árbitro malagueño que se esfuerza por erradicar la violencia y el insulto de los terrenos de juego. Es como clamar en el desierto, pero su constancia merece la admiración. En su página web pueden encontrar la filosofía de este maestro de instituto que algún día verá recompensada su cruzada altruista en pro del fútbol.

Pues bien, en su continua lucha, me envió hace unos días un enlace del ‘Diario de Navarra’ en el que se informaba del aumento de la violencia en las categorías inferiores de la comunidad a raíz de la desafortunada actuación de Pérez Burrull en el Real Madrid-Osasuna de hace unas jornadas.

La violencia genera violencia, y las manifestaciones en ese sentido, que muchas veces se pasan por alto, también. Por eso, nada más celebrarse el partido de marras, cuando escuché a mi admirado José Antonio Abellán afirmar que él mandaba a Pérez Burrull a pitar no sé cuántas semanas seguidas al campo de Osasuna como castigo, mi tonteo con Morfeo, de pronto, se transformó en un salto desde el colchón hacia el techo de mi dormitorio que ni el mismísimo Michael Jordan.

Mal ejemplo el que ofrecen, a veces, los considerados ‘líderes de opinión’.

Lo siento, Abellán.

P. D.: Ignoro si el responsable de ‘El tirachinas’ pidió disculpas posteriormente, ya que a veces Morfeo me conquista antes que ‘El radiador’.

No hay comentarios:

Publicar un comentario