lunes, 8 de junio de 2009

Tatuaje

“‘Eza’ me la ‘pazo’ yo por la ‘piedra’ cuando me ‘zarga’ ‘der’ nabo”. Risas sin discreción a una orilla del Mediterráneo. El ‘Chocho’, el ‘Negro’ y el ‘Mula’ se empiezan a preparar el enésimo canuto de la tarde. No pasan de los 18 años. Un rato antes ya han disfrutado de unos favores sexuales; después, les dieron unos euros a las niñas para que se compraran un helado y se marcharan. Querían estar solos, hablando de sus cosas: de qué color ‘tunearían’ los coches amarillos, dónde se iban a aplicar otro tatuaje y a qué gimnasio irían. Los tres son albañiles. Tienen dinero fácil que gastan sin mesura.

Moustapha, coetáneo pero de la otra orilla mediterránea, tiembla de frío; el terror le saca los ojos de las órbitas. El cayuco zozobra con más de cien mauritanos hacinados. ¿Se puede tatuar el clamor por la justicia? ¿Tú lo sabes, ‘Chocho’?

No hay comentarios:

Publicar un comentario